Lula miente: La guerra de poder entre la OTAN y Rusia no se libra "por pequeñeces"

Por Andrew Korybko

Si las bases del PT conocieran la dinámica militar-estratégica que obligó a Rusia a iniciar su operación especial como último recurso para defender la integridad de sus líneas rojas de seguridad nacional en Ucrania después de que la OTAN las cruzara clandestinamente allí, entonces estarían en contra del apoyo político de Lula a Kiev. Por tanto, sería evidente para ellos que está situando a Brasil en una gran trayectoria estratégica alineada con Estados Unidos en la Nueva Guerra Fría, lo que podría llevarles a presionarle públicamente en masa para que cambie su política.

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El presidente brasileño Lula demostró que su visión recalibrada del mundo en los últimos años está mucho más alineada que nunca con la de Estados Unidos tras restar importancia a las causas de la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia. Según él, "en el siglo XXI no debería ser posible que tuviéramos guerras por pequeñeces", lo que pronunció tras declarar que no visitará ni Rusia ni Ucrania debido a la operación especial. Esta postura es una prueba más de que respalda la narrativa estadounidense sobre el conflicto.

Lula condenó previamente a Rusia en una declaración conjunta con Biden durante su viaje a Washington a principios de febrero, tras la cual Brasil votó a favor de una resolución de la ONU ferozmente antirrusa que exigía la retirada total e inmediata, sin condiciones previas, de Moscú de todo el territorio que Kiev reclama como propio, lo que incluye Crimea. El representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, reaccionó a la aprobación de esa moción calificándola de impulsar una "línea rusófoba militarista".

Eliminando cualquier ambigüedad sobre la postura de su gobierno, Lula llamó poco después a Zelensky para reafirmar que "Brasil defiende la integridad territorial de Ucrania". A pesar de estas pruebas objetivas y fácilmente verificables que documentan su apoyo político a los enemigos de Rusia en Kiev, las fuerzas aliadas del partido en el poder han emprendido una intensa campaña de guerra informativa para hacer creer falsamente a sus bases que Lula no está alineado con Estados Unidos en este asunto o en otros como Nicaragua.

Los miembros de la élite del Partido de los Trabajadores (PT) temen que las bases se rebelen al darse cuenta de que su líder está acercando a Brasil más al billón de oro de Occidente liderado por Estados Unidos que a la Entente Chino-Rusa o incluso al Sur Global del que forma parte en medio de la inminente trifurcación de las relaciones internacionales. Con vistas a evitar preventivamente el escenario de que le presionaran públicamente en masa para que cambiara esta gran trayectoria estratégica, trataron de manipular sus percepciones sobre las políticas de Lula.

Fue una decisión sorprendentemente inteligente por parte de Occidente no acelerar el ingreso de Ucrania en la OTAN
Esto explica la intensa campaña de guerra informativa que se está librando contra sus mentes en este momento crucial de la transición sistémica global, en la que él mismo está participando directamente al restar importancia a las causas de la guerra por poderes OTAN-Rusia en un intento de justificar su apoyo político a Kiev. Lula quiere que sus seguidores descarten las pruebas que tienen ante sus ojos y oídos en favor de estar de acuerdo con la narrativa estadounidense de que Rusia supuestamente "invadió" Ucrania con fines puramente "imperialistas".

Si las bases del PT conocieran la dinámica militar-estratégica que obligó a Rusia a iniciar su operación especial como último recurso para defender la integridad de sus líneas rojas de seguridad nacional en Ucrania después de que la OTAN las cruzara clandestinamente allí, entonces estarían en contra de su apoyo político a Kiev. Por tanto, sería evidente para ellos que Lula está situando a Brasil en una trayectoria estratégica alineada con Estados Unidos en la Nueva Guerra Fría, lo que podría llevarles a presionarle públicamente en masa para que cambie su política.

Los siguientes análisis explican el contexto más amplio en el que se está librando la operación especial:

15 de marzo de 2022: "¿Por qué Estados Unidos dio prioridad a contener a Rusia antes que a China?"
26 de marzo de 2022: "Rusia está librando una lucha existencial en defensa de su independencia y soberanía"
24 de diciembre de 2022: "Putin explicó por qué no tuvo más remedio que proteger a la población rusa en Ucrania"
22 de febrero de 2023: "Putin recordó a todos que Rusia está utilizando la fuerza para poner fin a la guerra que comenzó Occidente"
22 de febrero de 2023: "Rusia se haría pedazos exactamente como predijo Medvédev si ponía fin a su operación especial"

A continuación, y para mayor comodidad del lector, se ofrece un resumen de la visión anteriormente mencionada.

En resumen, Estados Unidos pasó los ocho años precedentes entre su exitosa Revolución de Colores a principios de 2014 y el inicio de la operación especial en 2022 convirtiendo a Ucrania en un bastión antirruso, cuyo propósito era degradar las capacidades estratégicas de esa Gran Potencia objetivo para defenderse de Estados Unidos. Esto debía hacerse mediante una combinación de medios de guerra híbrida relacionados con el apoyo de Kiev al separatismo impulsado por la guerra de la información y el terrorismo, así como de medios convencionales relacionados con la OTAN.

La primera mitad de esta política pretendía desestabilizar a Rusia desde dentro mediante el cultivo de fuerzas que pudieran avanzar en su "balcanización", mientras que la segunda pretendía emplear finalmente armas biológicas, bases clandestinas de la OTAN e infraestructuras de "defensa antimisiles" para colocarla en una posición de chantaje. Estados Unidos preveía forzar a Rusia a una serie interminable de concesiones unilaterales que acabarían por neutralizarla geoestratégicamente y facilitar así el éxito de la "contención" de China.

Este complot para restaurar su hegemonía unipolar en declive iba a comenzar con la reconquista del Donbass por parte de Kiev, apoyada por la OTAN, que amenazaba con genocidar a la población indígena rusa de esa región y limpiar éticamente a los supervivientes. Esa secuencia de acontecimientos fue frustrada por la operación especial que se puso en marcha después de que el presidente Putin se diera cuenta de que Occidente no tenía ningún interés en discutir las peticiones de garantía de seguridad de su país a partir de diciembre de 2021 para resolver políticamente su dilema de seguridad.

Mientras Estados Unidos se preparaba para la posibilidad de alguna respuesta cinética a su apoyo a la inminente reconquista de Donbass por Kiev, los responsables políticos estadounidenses no habían calculado que el presidente Putin lanzaría una campaña preventiva en toda Ucrania para evitar el inminente escenario de neutralización estratégica de Rusia simultáneamente con el preventivo para detener el genocidio de Donbass. Si hubiera sido de otro modo, habrían rearmado el complejo militar-industrial de Occidente con mucha antelación.

Este gran error de cálculo explica por qué el jefe de la OTAN admitió el mes pasado que su bloque está en una "carrera de logística" / "guerra de desgaste" con Rusia, que no sería el caso si realmente esperara un conflicto prolongado de esta escala, ni las fuerzas de Kiev estarían tan mal como el Washington Post acaba de revelar. El presidente Putin recuerda regularmente a todo el mundo la naturaleza existencial de este conflicto, lo que pone en contexto su decisión de iniciar una campaña preventiva-anticipatoria interconectada.

Volviendo a las últimas declaraciones de Lula que inspiraron este análisis, no cabe duda de que conoce bien esta dinámica militar y estratégica que forzó la mano del presidente Putin, lo que significa que la está minimizando deliberadamente para manipular a su base. No puede alegar ignorancia después de más de un año de que Rusia se lo explicara detenidamente, de ahí que ahora pueda concluirse con seguridad que Lula alineó políticamente a Brasil con los Estados Unidos en el conflicto de mayor importancia geoestratégica desde la Segunda Guerra Mundial.

 

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