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La OTAN y la UE responsables de un posible conflicto en Moldavia

Las posiciones contrapuestas recuerdan los orígenes de la guerra de Ucrania: los partidarios de entrar en la UE y la OTAN frente a los que prefieren relacionarse con la Federación Rusa

La República Socialista Soviética de Moldavia fue una de las quince repúblicas constituyentes de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, de acuerdo con la Constitución de 1936, artículo13[1]. Moldavia formó parte de las URSS hasta su autoliquidación en 1990. Como todas las repúblicas soviéticas, formó parte de todas las instituciones tanto del Partido Comunista como del Estado Soviético. Leonid Ilich Brézhnev, el que sería secretario general del PCUS (1964-1982), fue secretario general del P.C. de Moldavia de 1950 a 1952.

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En 1991, las sucesivas declaraciones de independencia de las repúblicas federadas de la URSS indujeron al nacionalismo moldavo (favorable a la reunificación con Rumania) a promover su independencia provocando dos movimientos secesionistas en Transnistria y Gagauzia. En el caso de Gagauzia se alcanzó una solución política en 1995, no así en Transnistria. «La vía militar se abrió paso muy pronto; especialmente debido a la presencia del XIV Ejército ruso allí establecido. Durante la primera mitad de 1992 se desencadenaron las operaciones militares entre las tropas moldavas y las secesionistas con el apoyo ruso. El teórico conflicto interno —iniciado en 1990 con la creación de la República de Transnistria— presentó inevitables ramificaciones internacionales que afectaron a Rumania, Ucrania y Rusia. En el mes de julio de 1992, después de más de 1.500 víctimas mortales, se puso fin a la dimensión militar del conflicto. La dimensión política/diplomática del mismo se abría con la firma del acuerdo sobre los principios de arreglo pacífico del conflicto armado en la región del Dniester entre los presidentes de Moldova y Rusia» (Bárcenas y López,2011).

En 2005, y como fórmula diplomática para superar el conflicto de Transnistria, se lanzó el denominado como “proceso 5+2”, en el que participan Rusia, Ucrania, Estados Unidos, la UE y la OSCE, además de la República de Moldavia y las autoridades “de facto” de la región soberanista de Transnistria. Tras la invasión rusa de Ucrania, el proceso 5+2 ha entrado en un punto muerto.

En ese contexto histórico y cultural, la guerra de Ucrania ha exacerbado las dos tendencias que conviven en Moldavia, la pro Unión Europea, del Partido de Acción y Solidaridad, liberal, de la actual presidenta Maia Sandu y la de Gagauzia y Transnistria de cultura y afinidad prorusa. En Gagauzia se emplea el gagaúzo y el ruso y en Transnistria el moldavo, el ruso y el ucraniano con caracteres cirílicos y no latinos. La experiencia lituana de prohibir hablar en ruso a sus rusos parlantes, consentida por la UE, sin duda no representa un ejemplo para las personas gagauzias y transnistrias.

La presidenta Sandu acusó recientemente (febrero 2023) a Rusia de preparar un golpe de Estado con el objetivo de derrocar a su gobierno y evitar su entrada en la UE: «El objetivo de estas acciones esderrocar el orden constitucionalcambiar el poder legítimo de Chisinau por otro ilegítimo  —dijo Sandu—, » lo que pondría a nuestro país a disposición de Rusia, para detener el proceso de integración europea».

Por otra parte, el ministro de asuntos exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en su comparecencia en la Duma (febrero de 2023), respondiendo a la denuncia de la presidenta Sandu, afirmó que su ministerio hizo una declaración señalando “que no es algo de nuestro interés, deseamos tener buenas relaciones con una Moldavia amiga y multinacional. Sin embargo, es una carretera de doble dirección. Esperamos que la postura de los políticos que se encuentran en el poder en dicho país y que de hecho han declarado ya su intención de integrarse en UE y también de solicitarle a la OTAN que se encargue de su seguridad, no vaya contra los intereses de su pueblo. Allí se está exhortando a celebrar unas elecciones anticipadas. Es un asunto interno de Moldavia, pero en absoluto nos agrada que este país amigo sea usado contra Rusia».

Las maniobras militares norteamericanas y moldavas permiten suponer que Moldavia está sopesando su estatus de neutralidad, lo que incrementaría el riesgo de un conflicto

Las posiciones están muy marcadas y recuerdan los orígenes de la guerra de Ucrania. Dos orientaciones contrapuestas, la partidaria de entrar en la UE que precipitaría la entrada en la OTAN y los partidarios de relacionarse política y culturalmente con la Federación Rusa.

Si la estrategia de la UE y de la OTAN es seguir dando pasos para «cercar a la Federación Rusa por su frontera occidental» dando entrada a Moldavia, se volverá a poner en cuestión la posibilidad de construir una Seguridad Europea Compartida tal como se desprendía del acta final de Helsinki (1975) y la Carta de París (1990) y Moldavia puede pasar de la actual contención de su contencioso territorial a otro escenario que cuestione la vía diplomática del «5+2».

Las maniobras militares de fuerzas aerotransportadas norteamericanas y moldavas (Aurochs Partner 2023) organizadas en octubre de 2023 en las fronteras de Rumania y Ucrania, permite suponer que las autoridades moldavas están sopesando su actual estatus de neutralidad, lo que incrementaría el riesgo de un conflicto.

Zdroj: https://mundoobrero.es/2024/03/16/la-otan-y-la-ue-responsables-de-un-posible-conflicto-en-moldavia/

 

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