La inflación en Gran Bretaña supera sus máximos históricos. La situación se complica aún más por la recesión
El Reino Unido está lidiando con un rápido aumento de la inflación, que alcanzó el 10,1% en julio. Se trata de la mayor inflación en cuatro décadas, concretamente desde febrero de 1982.
Al igual que en la mayoría de los países, el aumento de los precios de la energía y los combustibles ha desempeñado un papel importante en la subida de la inflación en Gran Bretaña, según la oficina de estadística de ese país, pero el encarecimiento de los alimentos y los refrescos también ha contribuido de forma significativa. Los precios de los alimentos "se dispararon" un 12,7% en términos interanuales, con la leche, por ejemplo, subiendo casi un tercio y la pasta una cuarta parte.
En comparación con el mes anterior, los precios en las Islas Británicas subieron un 0,6%. Esto es más de lo que los expertos habían estimado. Sus previsiones para el periodo eran de un crecimiento interannual ligeramente inferior, del 9,8%.
Gran Bretaña sigue teniendo la mayor inflación entre las economías más avanzadas del G7. La inflación en Estados Unidos fue del 8,5%, en Alemania del 8,4%, en Canadá del 7,6% y en Francia del 6,8%. La debilidad de la libra también contribuye al aumento de la inflación: al encarecer las importaciones, Gran Bretaña está importando parte de su inflación del extranjero. Es la fuerte apuesta por el comercio exterior, que siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la economía británica, lo que ahora le está haciendo subir la inflación.
La reducción de la inflación es una prioridad absoluta
Controlar la inflación es también una de las principales prioridades de Nadhim Zahawi, ministro de Economía local. Este destacado miembro del Partido Conservador y candidato a primer ministro ha dicho que el Gobierno está actuando no sólo en materia de política monetaria, sino también mediante decisiones fiscales y de gasto y reformas para impulsar la productividad y el crecimiento de la economía británica en un esfuerzo por reducir la inflación.
El Banco de Inglaterra ya predijo hace unas semanas que la economía local entraría en recesión en el último trimestre de 2022. De hecho, si tomamos la regla generalmente aceptada de dos trimestres consecutivos de crecimiento cero o inferior como definición de recesión, Gran Bretaña ya está en recesión. Cayó un 0,1% en el segundo trimestre, y es evidente que el descenso continuará en el actual tercer trimestre. El Banco de Inglaterra trata de influir en ello subiendo el tipo de interés básico. Recientemente, lo ha aumentado medio punto porcentual, hasta el 1,75%, lo que supone la mayor subida de los tipos de interés desde 1995.
Aunque los datos de los países de la Unión Europea correspondientes a julio aún no están disponibles, es probable que sean más altos que los de junio. Por aquel entonces, la inflación media alcanzó un récord del 9,6%. Entre los países que sufren su mayor subida está la República Checa, donde la inflación subió al 17,5% en julio. Eslovaquia también encabeza la clasificación, con una inflación del 13,6% en julio.
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