Un profesor belga de inmunología destaca la posible relación entre las vacunas de ARNm y el cáncer en su propio caso

Goldman (67 años) es catedrático de Inmunología y Farmacoterapia en la Universidad Libre de Bruselas, donde fundó y dirige el Instituto de Innovación Interdisciplinaria en Salud. Más recientemente, dirigió la Iniciativa para la Medicina Innovadora, que ha recaudado 2.000 millones de euros para su investigación. Este famoso médico belga declaró recientemente que sospecha que la tercera dosis de la vacuna empeoró extremadamente su diagnóstico de cáncer, pero ya en diciembre de 2020 recomendaba públicamente las vacunas de ARNm.

Posteriormente se le diagnosticó un cáncer, concretamente un linfoma angioinmunoblástico de células T. Por eso se apresuró a recibir una tercera dosis, creyendo que era su sistema inmunitario el que necesitaba la protección de la vacuna al empezar a recibir quimioterapia. Sin embargo, posteriormente se llevó una desagradable sorpresa con el resultado del TAC. Inesperadamente, al cabo de unos días, su cáncer había crecido hasta alcanzar proporciones demenciales, lo que comunicó en una entrevista a The Atlantic en Estados Unidos. Lo describió así: "Parecía que alguien había disparado fuegos artificiales en el cuerpo de Michel,"

El profesor Goldman y su hermano Serge, también científico y jefe de medicina nuclear de la Universidad Libre de Bruselas, empezaron a sospechar de la vacuna. Los racimos cancerosos habían aparecido de forma asimétrica alrededor de la axila derecha, el lado en el que Michel Goldman había recibido la tercera dosis. El TAC inicial mostró una lesión cancerosa cerca de la axila izquierda. Probablemente no por casualidad, las dos primeras dosis se administraron en el brazo izquierdo.

En noviembre de 2021, los hermanos y sus colegas publicaron conjuntamente un estudio del caso de Michel, explicando también el posible mecanismo: "Dado que las vacunas de ARNm modificadas con nucleósidos (Comirnaty y Spikevax) activan fuertemente las células auxiliares foliculares T, es importante investigar el posible impacto de estas vacunas contra el SARS-CoV-2 en las neoplasias que afectan a este tipo celular." Los hermanos concluyen que este estudio de caso "sugiere que la vacunación con la vacuna Comirnaty puede desencadenar el rápido desarrollo de AITL, el tipo de linfoma mencionado." Piden que se abra un debate profesional y se investiguen estos posibles vínculos.

Sin embargo, ya hay algunas investigaciones en este ámbito. Según los escáneres corporales de las personas vacunadas, incluidas las que tienen cáncer, parece que hay una mayor actividad de los ganglios linfáticos en la axila del lado en el que la persona está vacunada. En febrero de 2018, un equipo de investigadores del Instituto de Genética del Cáncer de la Universidad de Columbia publicó un estudio en ratones con dos mutaciones genéticas -las mismas dos mutaciones encontradas en el tumor de Goldman- que confirmaba que estas mutaciones crean una predisposición a la degeneración de las células T. El estudio también descubrió que tras pinchar a ratones con glóbulos rojos de una oveja -un experimento diseñado para comprobar la invasión de microbios- los ratones desarrollaron el mismo subtipo de linfoma que el del profesor Goldman.

Fuente: https://www.czechfreepress.info/zdravi/belgicky-profesor-imunologie-upozornil-na-mozny-suvis-mrna-vakcin-a-rakoviny-na-vlastnim-pripade.html