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Occidente: ¿Libertad o libertinaje?

Pretendo analizar a la sociedad como un todo orgánico, donde es necesario contraponer al concepto de desarrollo económico que viene del liberalismo, con el concepto de desarrollo humano. El concepto de desarrollo económico, como su nombre indica, solo toma en cuenta la variable económica, dejando de lado los otros aspectos que hacen felices a los seres humanos, aspectos que no parten solo de lo económico y lo material. El desarrollo económico es un concepto donde el cambio de la sociedad, en este caso a la modernidad, es lineal, debido a que maneja una sola variable, la economía.

El cambio de la sociedad en base al desarrollo humano no necesariamente es lineal, ya que maneja diferentes variables que cambian de diferentes formas. Por ejemplo, mientras una variable avanza otra retrocede, por lo que el cambio de la sociedad no es lineal en tanto supone un conjunto de variables que se transforman de formas diferentes.

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El desarrollo humano, a diferencia del concepto de desarrollo económico, no supone necesariamente ir a la modernidad, ya que las distintas variables del desarrollo humano cambian de diferente forma y se deben tomar en cuenta aquellos factores tradicionales de las distintas culturas y civilizaciones que son importantes para la felicidad y libertad de los pueblos. Al desarrollo humano podemos entenderlo como el proceso social por el que se amplía la capacidad de los individuos para vivir sus vidas del modo en que estos consideren más valioso (A. Sen). De esta forma, el nivel de desarrollo de una sociedad puede medirse en la libertad que los individuos que la integran tienen para vivir sus vidas, de la forma en que ellos consideren más valiosa.

El ideal de libertad es el objetivo que debemos perseguir, si bien esta libertad no solo es una libertad en el plano político, es la libertad del ser con respecto a todos los factores que le impiden lograr su plena satisfacción. Para ir detrás del objetivo del desarrollo humano, es necesario que la sociedad funcione como un todo orgánico, por lo que debemos tomar como fundamental el establecimiento de un sistema normativista en el plano económico y social, y que intente encauzar de una forma deseable a los diferentes agentes de la sociedad, en los tiempos de globalización. La sociedad está compuesta por agentes sociales que pueden ser interdependientes entre sí, y que pueden funcionar a modo de órganos al cumplir funciones socialmente necesarias.

El obrar de ciertos agentes sociales genera perjuicios para el proceso del desarrollo humano y hacen menos orgánica a la sociedad, y dependiendo del caso, las medidas son la simple regulación del actuar de ese agente social por parte de las instituciones, y en caso de que la primera solución no sea posible o no sea la mejor, entonces se suprimen a esos agentes sociales malignos, y por esa razón hablo de normativismo y no de integralismo, ya que algunos agentes de la sociedad obstaculizan el objetivo de que la misma funcione como una unidad orgánica. De esa forma, la sociedad debe asemejarse lo más posible a un cuerpo orgánico, donde los agentes sociales que interactúan entre sí sean órganos que obren de una manera en que sea posible el objetivo del mayor desarrollo humano.

En un sistema que funcione como un cuerpo orgánico, los órganos no se encuentran por su obrar en conflicto con otros órganos de tal forma que este cuerpo viva enfermo. Sin embargo, el objetivo del normativismo no es solo el desarrollo humano, el objetivo es concretamente el desarrollo humano en su versión sustentable. Una sociedad no solo debe asegurarse que sus individuos sean libres, sino que tiene que generar las oportunidades para que los individuos del futuro también lo sean, y esta forma de funcionamiento de la sociedad es la más orgánica, debido a que las generaciones anteriores a las que vendrán terminan funcionando como un órgano imprescindible para sus herederas, al cumplir la función de que las generaciones nuevas también puedan ser felices.

Por lo anteriormente expuesto, a la definición de desarrollo humano de Amartya Sen, que como hemos visto consiste en definir al desarrollo como la capacidad que tiene una sociedad de generar nuevas oportunidades que ayuden a acrecentar las libertad de la sociedad en su conjunto, en todos los planos con respecto a su satisfacción, debemos sumarle el concepto de sustentabilidad, para tener la definición de desarrollo humano sustentable. Este es el proceso social que expande las libertades de la sociedad sin afectar la libertad de las sociedades venideras, o sea un proceso que aumenta las oportunidades de los integrantes de la sociedad para que puedan alcanzar sus sueños, pero donde se generan las condiciones para que las generaciones futuras tengan esa misma o mejor posibilidad de lograrlo también.

Para que esto sea posible, factores como el cuidado ambiental y no poner en peligro económicamente a las generaciones futuras con acciones del presente son obviamente tomados en cuenta. Los diferentes agentes en la sociedad defienden distintos intereses y pueden llegar a construir relaciones antagónicas, las cuales llevan a fenómenos clave en la historia de la humanidad, como la lucha entre los sectores dominantes y subordinados, los conflictos étnico-religiosos, los choques intergeneracionales, y la lucha en los ámbitos espirituales, sexuales y en las pretensiones políticas en general. Estos conflictos pueden ser una oportunidad para convertirse en canales de desarrollo humano, o pueden ser todo lo contrario. Dentro de las relaciones sociales se da la lucha, y esta se produce cuando la acción es orientada por el propósito de imponer la propia voluntad contra la resistencia de otra u otras partes.

La lucha provoca competencia, ésta se da cuando hay una disposición propia que es pretendida también por otros. En sus aspectos más crudos, la lucha establece el poder entendido como la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera sea el fundamento del poder. Por otro lado establece dominación, que es la probabilidad de encontrar obediencia en un mandato con determinado contenido, entre personas dadas. De acuerdo a la conocida clasificación de Weber, la dominación puede darse de tres formas, de la forma Tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones o costumbres que rigen la sociedad desde tiempos remotos, y la de carácter Racional, que descansa en la creencia en la legalidad del derecho de mando de ciertos gobernantes para ejercer la autoridad, siendo la ley el vínculo entre dominados y dominadores.

Por último, existe la dominación de carácter carismático, que descansa en las cualidades personales del liderazgo para crear simpatía y apego entre el pueblo. En cuanto al Estado, en Weber se le define como una asociación de personas con una actividad continuada y que deben mantener con éxito la pretensión del monopolio legitimado de la coacción física, para el mantenimiento del orden vigente. Pero como he mencionado, tenemos que una sociedad debe asemejarse lo más posible a un cuerpo orgánico, que esté compuesto de agentes sociales que obren de tal forma que se logre el mayor desarrollo humano sustentable posible. La acción colectiva se obtiene cuando los individuos obtienen mayores beneficios cooperando por una meta común, que cuando ocurre lo contrario.

Existen dilemas que parten de la teoría de juegos, como que ocurre cuando los individuos deciden adoptar una mala estrategia porque desconocen las preferencias de los demás. En la teoría de juegos, Albert W. Tucker formuló el dilema conocido como “el del prisionero”, donde alguien prefiere no cooperar con el otro aunque la situación dicta que ambos saldrán perdiendo por delatarse. En muchos casos estamos ante problemas de límites en la información que las personas poseen con respecto al panorama total y parcial, algo análogos a los problemas de información que se ven en la economía cuando no se ven todos los sectores del mercado. En otros casos estamos ante unos costos perceptibles para informarse o para participar, que los individuos no están dispuestos a asumir.

El costo de la acción colectiva es más grande conforme más grande es el grupo, por ende para una mejor acción colectiva generalmente los grupos deben ser de menor envergadura, y deben existir incentivos selectivos capaces de hacer que los individuos acepten el costo que implica informarse y participar en las acciones de sus colectivos. La totalidad de los agentes sociales necesarios para el mayor desarrollo humano posible, deben estar presentes para obrar dentro de la sociedad, por lo que la tarea del Estado es arbitrar en torno a cuales de esos agentes deben estar presentes y como regular tanto a los agentes que deben estar presentes como los que no deberían estarlo. Hay agentes que son estructuralmente necesarios, conservando esa misma condición mientras sean parte imprescindible de la vida del pueblo.

Los agentes estructuralmente necesarios deben obrar de tal forma que se logre el mayor desarrollo humano sustentable para la población en su conjunto, mientras que los agentes cuyo obrar entre en irresoluble conflicto con el anterior objetivo son los agentes estructuralmente innecesarios. En las sociedades humanas, algunos agentes sociales a veces no son estructuralmente necesarios, y los que sí lo son, no siempre están obrando de una forma en que no entren en conflicto con el objetivo del mayor desarrollo humano posible para la sociedad como un todo. Tanto agentes estructuralmente necesarios como innecesarios pueden entrar en conflicto con otros agentes y ser eliminados a lo largo y ancho de la historia humana. Un ejemplo claro ocurrió en la revolución francesa, cuándo los monarcas franceses de hecho integraban un estamento parasitario que consumía y consumía empobreciendo al resto y sin aportar nada para el bienestar de la gran mayoría de esa sociedad.

El resultado fue la eliminación de ese agente parasitario en medio de la luchas con otros sectores de la sociedad, del mismo modo que muchas monarquías han sido eliminadas alrededor del mundo, desapareciendo formas socio-económicas y socio-políticas propias de los sistemas feudales, que terminaban siendo un obstáculo para el desarrollo de las sociedades humanas. El científico James Lovelock nos dice con su teoría de Gaia, que toda la biosfera (el conjunto de seres vivos del planeta junto con los elementos de la litosfera, hidrosfera y atmósfera con los que interactúan) puede entenderse como un único organismo vivo, o sea un ser donde todas sus partes están relacionadas y aun así son tan independientes como las células de nuestros cuerpos.

Entonces, entendiendo a la humanidad como meramente una célula en todo este sistema orgánico, y por ende como una única entidad, debemos recoger las características que hacen al mejor funcionamiento posible de la misma. Ni siquiera en la naturaleza se observan sistemas perfectos, ya que por ejemplo los componentes de las células, hasta los de las que componen nuestro cuerpo, pueden dejar de funcionar correctamente, haciendo que la célula se enferme o muera. Las células se adaptan a las situaciones del medio ambiente que repercuten sobre las mismas. Mientras que pueden adaptarse a una modificación del medio, no experimentaran daño. Por lo tanto, la humanidad debe encontrarse en constante lucha para adaptarse a su medio y sobrevivir, siendo la libertad para conservar la vida la base sobre la que se levantan las otras libertades.

En el sistema y la sociedad capitalista, se necesita de la intervención regulatoria del Estado, junto con la intervención de otras instituciones, para que ciertos agentes sociales (por ejemplo las empresas de una economía) cumplan de la mejor manera posible su función como órganos de la sociedad, actuando en Pro del máximo desarrollo humano sustentable que sea posible En base a lo que fue mencionado anteriormente, podemos definir al normativismo como la ideología que aboga para que la sociedad tienda a funcionar como un cuerpo orgánico a través de la colocación de normas en esa sociedad, y entenderemos que “funcionar como un cuerpo orgánico” es que lo hace de la forma que sea mejor para el desarrollo humano sustentable de esa sociedad, y por ende de una forma en que el Estado actúe de acuerdo a la voluntad auténtica del pueblo. Hay situaciones donde el paso de una situación 1 a una situación 2 supone una mejora para todos los individuos de la sociedad, o bien una mejora para algunos, sin que los demás resulten perjudicados.

El concepto de Óptimo de Pareto indica una situación donde no se puede mejorar la situación de alguien sin que de algún modo se empeore la situación de otros, como por ejemplo, si un 10% de la población posee el 90% de la riqueza, y el resto se reparte el 10%. Sería una situación óptima de Pareto si los individuos tienen exactamente lo mismo que todos los otros, y también se puede decir lo mismo de numerosas situaciones que se encuentran entre un extremo (la completa desigualdad) y el otro (la completa igualdad). Desde el punto de vista de Pareto, no hay un criterio que permita seleccionar una situación como preferible a las otras. Entonces, establezcamos un “óptimo” donde si se pueden seleccionar situaciones como preferibles a las otras, un “óptimo” que puede denominarse como óptimo social. Defino al óptimo social como aquella situación donde se puede reducir la libertad de uno o más individuos y aumentar la de otro u otros de una manera en que al menos compense la reducción en la libertad de los primeros.

Así, por ejemplo, si una hambruna afecta a un país, violar la propiedad de los individuos con mayores riquezas (por ejemplo a través de impuestos, expropiaciones, etc.) lo cual supone una violación de su libertad, es obviamente preferible a la pérdida de libertad que sufrirían algunos individuos al morir de hambre. O poniendo un caso menos extremo: si un 1% de los individuos concentra un 50% de la riqueza, y el otro 99% de los individuos se queda con el 50%, pero sin embargo ese 99% tienen sus necesidades básicas satisfechas, por ende lo que no gasten en esas necesidades lo gastarán exclusivamente en otro tipo de necesidades. En este segundo caso, sería todavía preferible quitarle parte de sus riquezas a los primeros, siempre y cuándo el acceso a más riqueza para personas en el 99% suponga un incremento en su libertad que valla más allá de la disminución de las libertades del resto, tomando en cuenta que esa libertad solo es la de un 1% de la población. Individuos con menores ingresos que ese 1% quieren satisfacer necesidades de formas que siempre pueden ser entre un poco y mucho más esenciales que las de esa minoría.

También debe tomarse en cuenta que algunos individuos pueden hacer un uso más provechoso del aumento en su capacidad para acceder a los bienes, servicios, y libertades. Debido a esto, su libertad crecerá más que la de quienes tendrían un uso menos provechoso. Por último, también se debe tomar en cuenta que las medidas distributivas llevadas a cabo de forma incorrecta pueden tener un efecto negativo sobre la economía y la sociedad. Esto hace que la libertad de las personas dentro del 99% no aumenten lo suficiente o hasta disminuya, incluyendo la libertad para acceder a los bienes y servicios que necesitan, ya sea porque la riqueza de la sociedad en su conjunto disminuye, o por otras causas.

Los individuos no solo deben tener la oportunidad de aumentar sus capacidades, también deben tener la educación para hacer un mejor uso de sus capacidades, de ahí que la educación, tanto formal como informal, sea tan importante para el desarrollo humano sustentable. En orden de ser libre para hacer su voluntad auténtica, una persona debe convertirse en maestro de su cuerpo, o sea debe tener un cuerpo saludable. También debe ser maestro de sus emociones, al deber controlarlas con una mente correctamente educada y libre del recuerdo de malas experiencias, lo cual viene ligado a procesos sociales, siendo este asunto indispensable para ser felices y hacer felices a otros.

Por último, debemos ser maestros de nuestros deseos, ya que debemos crear, recrear y absorber con nuestra mente toda clase de conceptos y materializarlos, para hacer más próspera nuestra vida y la de la humanidad. El control sobre estos campos es lo que a mi entender propicia la salud, se debe notar que el último, el que respecta a los deseos, es importante en cuanto nuestros deseos tienen una implicación directa con nuestra propia salud y la de otros, y creo que este es un aporte que debe hacerse si realmente queremos tener una definición completa de lo que es la salud y lo que es la enfermedad. Al respecto podemos subrayar el papel de la educación en lo que a la salud respecta, pero también podemos encuadrar a la educación como algo indispensable para la salud, como algo sin lo cual la salud no es posible.

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Diego Daniel García es graduado en antropología por la universidad estatal de Uruguay y ha publicado artículos en idioma ingles y serbio para el famoso portal ruso geopolitica.ru.

Durante toda una década, trabajó como escritor, publicando títulos en ingles (bajo el pseudonimo Pyotr Volkov). El largo recorrido expresado a través de sus dos obras: “Horizontes de la cuarta Teoría Política” (2019) y “Geopolitica del Apocalipsis” (2020)· abarca desde las religiones antiguas, el desarrollo de la ortodoxia cristiana y filósofos contemporáneos como el polémico pensador ruso Aleksandr Dugin.

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