La huelga anunciada que se prevé masiva contempla una masiva movilización frente al Congreso nacional, según han asegurado los sindicalistas. La marcha será un nuevo desafío al protocolo antiprotestas implementado por el Gobierno, que pretende que cualquier “congregación intencional y temporal de tres o más personas” sea considerada una manifestación punible con hasta seis años de cárcel si impidiese el libre tránsito o la provisión de servicios públicos.
Las centrales sindicales no convocan una huelga desde 2019, durante el Gobierno del conservador Mauricio Macri. Desde la llegada de Milei a la Casa Rosada, los sindicalistas venían midiendo el termómetro y avanzando con cautela en las medidas para frenar lo que consideran un “avasallamiento” de los derechos. En las últimas semanas avanzaron por tres caminos contra las medidas del Gobierno: presentaron una medida cautelar contra el megadecreto de Milei, que fue rechazada por la Justicia; se reunieron con los legisladores del Congreso y salieron a las calles.
Argentina vive un momento político muy grave, en el que el proyecto de ley Ómnibus presentado por Milei pretende negar directamente el propio derecho de manifestación, demostrando una vez más que los gobiernos que sirven a la oligarquía, temen la respuesta popular a sus políticas y por ello preparan la represión. La solidaridad ante esta situación ha trascendido sus fronteras y en Madrid se ha convocado una concentración de apoyo a las reivindicaciones de la clase trabajadora argentina y a la huelga general que tienen convocada.
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