El Tribunal fue constituido en Bruselas el 16 de noviembre de 2023 y estuvo integrado por juristas internacionales de reconocido prestigio y múltiples organizaciones de solidaridad con Cuba, como la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, el Gremio Nacional de Abogados de Estados Unidos, el Foro de Abogados y Abogadas de Izquierda-Red de Abogados Demócratas de España o las Asociaciones de cubanos y cubanas residentes en Europa o el Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo, entre otras.
Los promotores del juicio declararon que el motivo de la causa eran la multitud de denuncias recibidas de las flagrantes violaciones de los derechos humanos, acompañadas de pruebas documentales que acreditan la autoría del gobierno estadounidense de esas vulneraciones, su sostenimiento en el tiempo y los efectos sobre la población.
En el veredicto emitido por el tribunal internacional, EE. UU. fue declarado culpable por violar los derechos humanos, tratados y leyes internacionales al aplicar el bloqueo contra Cuba. Las leyes estadounidenses en las que se basa —afirma el dictamen— deben ser abolidas y EE. UU. debería pagar una indemnización por el costo de los daños al Estado cubano, a las empresas y a los ciudadanos. Y el tribunal aún va más lejos en sus conclusiones, considera que en base a la Convención de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, la política de asfixia económica durante un largo período y su grave repercusión en la vida de los cubanos, así como el empeño sistemático en causar un daño colectivo, podría equivaler al crimen de genocidio
Durante dos días, se sucedieron los testimonios de fiscales, expertos y testigos acerca de los sufrimientos que el cerco económico provoca en el pueblo y la economía de la isla, y a terceros países por su carácter extraterritorial. Las medidas económicas unilaterales afectan la distribución de alimentos y medicinas, y dañan el funcionamiento de los sistemas básicos de salud y educación.
Las deliberaciones de los jueves relatan una gran cantidad de conclusiones sobre los efectos perversos del bloqueo, que van desde la falta de disponibilidad de divisa, los obstáculos para la importación de equipos médicos y de insumos y productos farmacéuticos, la importación de equipos y materiales didácticos o la limitación para los intercambios científicos y culturales internacionales. Las barreras al comercio de Cuba con otros Estados a la importación y exportación de productos y a las operaciones financieras, violan numerosas disposiciones del derecho mercantil internacional y los efectos extraterritoriales del cerco económico atentan contra la soberanía, ciudadanos y empresas de otros estados
El dictamen de los jueces, presididos por el jurista alemán Norman Peach, señalaron que el sistema unilateral de medida coercitivas durante más de 60 años, es una política que viola el Derecho Internacional y normas universales para la convivencia pacífica, transgrede la Carta de la ONU, la cual consagra la soberanía de los países, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y acuerdos de la Organización Mundial de Comercio así como Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1966 entre otros.
Los resultados del juicio no son vinculantes, pero son considerados un relevante aporte para la consolidación y ampliación de la campaña mundial antibloqueo. Así lo expresó tras el dictamen el presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Fernando González, quien agradeció el evento a los eurodiputados, a los organizadores y a los participantes en el foro y subrayó la importancia de que el dictamen se conozca por el mundo tras la profundidad de los testimonios aportados durante el proceso por testigos cubanos, europeos y estadounidenses acerca del impacto de una política ilegal y extraterritorial.
Por su parte el eurodiputado de Izquierda Unida, Manu Pineda, presente en el evento, declaró que “el Parlamento Europeo se ha llenado de dignidad con las decenas de testimonios de lucha y resistencia llegados desde el todo el mundo. Cuba no está sola”.